Tengo esta ansiedad
de ver una estrella fugaz,
y al final sólo veo
mi deseo.
La lucecita de un avión
surcando esta postal nocturna.
La intermitencia
como los nervios
de encontrarte
en el pasillo.
Y la sonrisa
estúpida e inocente,
de que también
sientas esta complicidad.
La incertidumbre
de si las manos
me tiemblan sólo a mí.
domingo, 26 de abril de 2015
martes, 21 de abril de 2015
Anemia
Padezco un déficit de fuerza
de levantarme en la mañana
cuando el mundo está liviano.
Y no me alivio
de esta fatiga crónica
que no se calma
de andar pesada
de indecisiones y de miedos,
de batallas a medio perder
por ansiar la huida
y de fracasos inconclusos.
Lo que me falta es la dureza,
¡ay, si pudiera sencillamente
fruncir el ceño
ante las calamidades!
Pero me doblego
y me entrego dócil
a las profundidades de la angustia.
Esta carencia entonces es de ardor
en estas manos gélidas
que sólo escriben medias tintas
cuando no encuentran razones.
O tal vez este frío cotidiano
no es más que un síntoma
de la escasez de abrazos
que duren más de una noche.
Y sin embargo dice el doctor
que es falta de hierro.
Si tan sólo pudiera contar
con que esta insuficiencia
habrá de reponerse
como los glóbulos.
Ay, si pudiera,
doctor, recetarme
otras píldoras
que pongan fin al desasosiego,
y usted no puede.
Y yo no logro todavía
soñar dos pasos más allá
de la suma de mis debilidades.
de levantarme en la mañana
cuando el mundo está liviano.
Y no me alivio
de esta fatiga crónica
que no se calma
de andar pesada
de indecisiones y de miedos,
de batallas a medio perder
por ansiar la huida
y de fracasos inconclusos.
Lo que me falta es la dureza,
¡ay, si pudiera sencillamente
fruncir el ceño
ante las calamidades!
Pero me doblego
y me entrego dócil
a las profundidades de la angustia.
Esta carencia entonces es de ardor
en estas manos gélidas
que sólo escriben medias tintas
cuando no encuentran razones.
O tal vez este frío cotidiano
no es más que un síntoma
de la escasez de abrazos
que duren más de una noche.
Y sin embargo dice el doctor
que es falta de hierro.
Si tan sólo pudiera contar
con que esta insuficiencia
habrá de reponerse
como los glóbulos.
Ay, si pudiera,
doctor, recetarme
otras píldoras
que pongan fin al desasosiego,
y usted no puede.
Y yo no logro todavía
soñar dos pasos más allá
de la suma de mis debilidades.
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