martes, 30 de octubre de 2018

Awumbuk

2:21 a.m.
olvido a las musas de nuevo
que te evocaban en versos
que ya no puedo recitar.
Quisiera olvidar los olvidos,
otros días intento
dormir
para olvidar.
Otros días intento
dormir
para que en sueños
acaso duermas
todavía
a mi costado.
Me acordaba esas canciones
que me compuso otro
que ya no quiero
y que tal vez
nunca quise
pero
dolían
sus presagios
que yo ni yo
sospechaba
anticipada e inconscientemente.
Que no había amado
verdaderamente
todavía.
Que es muy estrecho
inventariar el amor
o suponerlo.
Y que te extraño
sobreviene
como casi una certeza
pero lo cierto
nunca fue para mí
más que un obituario,
un solapado anuncio fúnebre
del que solamente emanan
mis incertidumbres próximas.
Quiero decir
no sé si te amo ya
o no sé si temo
a que no vuelvas
-y no has vuelto-.
Aunque conjugues
todavía
el verbo amar en mi nombre
ya no te creo

si es el amor
gerundio
y no otra cosa
y aquí sólo quedan
rastros de ausencia
besos que faltan
caricias que no llegan
palabras tontas
y risas
igual tontas
a la hora de la siesta
que ya no se comparten.

A dónde dirigir
mis ansias de ternura,
a dónde los deseos
que se enfilan
como palomas en los cables
después de cada lluvia.