domingo, 28 de septiembre de 2014

Boceto y Pablo

Pido permiso para nacer. Ahora, como siempre, es temprano. Sucede que soy y que sigo: nadie pregunta. El pasado escribe sus propios cadáveres exquisitos. Deliciosa es la aventura del tiempo que nos arrastra cual hoja del otoño a las primaveras que no florecen todavía. Alguien desea. Todos volvemos al barro del que estamos hechos. Nadie responde. Todos nos miramos otra vez en el Paraná, la imagen devuelta es poco clara, no nos hemos definido. Todos temen, nadie se quiere morir pero todos lo haremos por costumbre. La sutileza está en que vuelvas después de todo, la lucidez está en que no decline la opción de ser fugaces. Nadie más habrá de reinventarse. Volviendo de la euforia y las canciones paseamos en bicicleta por San Telmo, los adoquines te sacuden para que sepas que ahora estás vivo. Mañana sale el sol por el oeste, el mundo está al derecho dando vueltas, sos vos.

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