Miraba el reflejo de luz
que recortaba
unas sombras,
delineaba en perspectiva
un contorno
de los cuerpos,
yo no pensaba
en nada
o no quería,
prefería
de haber podido,
batir unas alas
recién crecidas
en las aguas
de Leteo,
porque ya
me lo pasé
veraneando
el Aqueronte
y porque al final
no es divertido.
Entonces vinieron
a decirme
que hay que buscar
el pulso,
mas siempre fui torpe.
Ahora
que se me pulverizan
las manos
y que no hay
frontera que divise
el umbral de la percepción
y las ventanas del pensamiento,
ahora
que soy más
que la energía
del reino mineral
o la existencia muerta,
cómo puedo saltar
a un abismo?
Cómo haré
con mi oficio
de noctámbula
para ya no
dormir
a la intemperie?
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