martes, 4 de junio de 2019
Neurosis típica
Compulsión a la repetición, la diagnosticadora debe tener alguna parte de razón en todo esto. Un grito de soul dice "I need you", yo sé bien que la que grita es la Otra. También, como ella, necesito alguna vez un puño cerrado con una certeza aunque sea por tener algo que guardar. Pienso que esta vez no voy a negar que lo que aparece es otra vez aparecer-para, quizás sí soy digna de algún símbolo mío. Entonces voy a seguir sin nombrar nada en lo que quepa la posibilidad de perecer antes que existir, así con la pusilanimidad o aún la mansedumbre de la existencia misma. Intentar que el impulso sea acorde, no sentir este aluvión de sismos inconstantes sólo porque de nuevo hay una Jacinta escribiendo a las tres de la mañana. Esa postal tiene ya diez años, esto es otra cosa. La alteridad como magma elemental, sólo estamos la Otra y yo, ella antecede siempre (la que amás y la que temés). ¿Cuál es quién en un espejo, M? La felicidad es un juego de ansiosos y lo demás es estoicismo de barrio. La noche entera va a dejar de callar un día. ¿Cómo vas a cruzar la ciénaga? La memoria es caprichosa, se diluye o mejor, muta como el flujo heraclíteo, todo el tiempo deviene otra, me esquiva la inocencia de creer que yo también tuve un atisbo de respuesta. Esta vez no voy a negar que lo que aparece es otra vez voces en off y puntos suspensivos escondidos por un camino adoquinado y también lleno de alamedas y golondrinas y de olor a río y de todas las cosas que casi nadie nota pero... Tampoco voy a sucumbir a renunciar la libertad de esta flaca inteligencia que a veces presume deseos de no estar situada en un archivo inerte que atraviesa el tiempo. Acaso haya que involucrarse de una buena vez por todas en seguir aconteciendo aunque no hayan remates.
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